Llegaron las condiciones soñadas por los amantes del esquí de travesía, las raquetas de nieve y tod@s aquell@s amantes de la montaña invernal. Tocaba que ponerse las pilas aprovechar los días hasta el final.
El sábado en compañía de Juan y Dani vamos hasta San Juan de Beleño.
Hacía años que, al menos en mi caso, no se daban las condiciones para poder salir esquiando del mismo San Juan. Comenzar foqueando por las calles del mismo pueblo es una gozada.
La nieve presenta unas condiciones excepcionales. Nos toca abrir huella, es un poco cansado pero la sensación de romper nieve polvo con los esquíes nos hace olvidarnos del esfuerzo.
En ocasiones cuesta localizar el camino cubierto bajo casi un par de metros de nieve, en otras ocasiones la pesada carga de nieve que han de soportar las ramas de las hayas hace que los caminos resulten infranqueables debiendo buscar itinerarios alternativos.
Hacemos constantes relevos para abrir huella.
Llegamos a les Bedules con una espesa capa de niebla que apenas nos permite ver el relieve.
A la altura del monolito, casi tapado por la nieve, decidimos dar por finalizado el ascenso y comenzar a disfrutar de la bajada antes de las condiciones de visibilidad empeoren aún más.
Ahora solo queda quitar las pieles, fijar las botas y lanzarse a disfrutar....
Las condiciones de la nieve para el descenso perfectas..... paquetón de polvo que solo deja ver las espátulas del esquí y a legir el mejor camino para no terminar como una croqueta ja ja ja
Terminamos el día nuevamente en San Juan, ya duchados y con con el cafetín en las manos depués de haber repuesto fuerzas con una copiosa comida (gracias a Saura por abrirnos las puertas de su casa) continuamos flotando, casi tanto, como lo hacíamos al deslizarnos ladera abajo sobre el extraordinario paquete de polvo blanco.
El domingo toca volver a Vegabaño, sobran las razones para volver en poco menos de diez días por tercera vez....
En esta ocasión la expedición está formada por un nutrido grupo del Peñasanta. En principio había organizada una salida colectiva del grupo pero ante las malas condiciones de las carreteras para circular en autocar se decide aplazar para la próxima semana. No obstante se improvisa una salida con los vehículos particulares que pueden llegar a Oseja de Sajambre sin mayor problema.
Aquí las condiciones son muy similares a las de San Juan, comenzamos la actividad con las raquetas de nieve puestas desde el mismo pueblo. Nos encontramos nuevamente con nieve polvo y los carambanos que cuelgan de los tejados son fiel reflejo de las duras condiciones meteorológicas que azotaron esta zona en los días anteriores.
Somos un nutrido grupo de raqueter@s y un descarriao con esquíes por lo que no supone problema alguno abrir huella. Además alguna de las participantes, de estreno de raquetas, derrocha energía e ilusión en la ardua tarea de abrir la marcha.
Paco toma el relevo
Como en mi última visita recorremos el llamado Camino Viejo que nos llevará al Mirador de los Porros y a Vegabaño.Pese a la importante carga de nieve y lo duro de abrir huella el ritmo del grupo es muy bueno.
Foto Silvia Castro. |
Foto Silvia Castro: "El cazador cazado" |
Y lo que el cazador cazó:
Una parada para reagruparse con Oseja al fondo y la Pica Ten tapada por las nubes.
Llegamos al mirador de los Porros
Si ya estábamos entusiasmados con el paisaje, de aquí en adelante el espectáculo es sublime....
Foto Silvia Castro |
Foto Silvia Castro |
Foto Silvia Castro |
Foto Silvia Castro |
Foto Silvia Castro |
!!!Felicidades por el resultado!!!
Llegamos al refugio, la cantidad de nieve acumulada impide abrir la puerta para entrar a comer a la zona de vivac.
Foto Silvia Castro |
Bonito detalle en Soto de Sajambre
Foto Silvia Castro |
Foto Silvia Castro |
Foto Silvia Castro. |
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