29 de enero de 2010

ESQUÍ EN LA PEÑA EL VIENTO

Comenzamos foqueando desde la misma urbanización de San Isidro. El día se presenta gris plomizo y unas amenazantes nubes del Norte pretenden rebasar la Cordillera Cantábrica, el objetivo de hoy, la Peña del Viento, es la última barrera que lucha por retener un frente que de conseguirlo echará a perder nuestro día. No obstante las condiciones de la nieve son excepcionales, disfrutamos de una fina capa de nieve polvo sobre nieve muy asentada que hace muy placentero el foqueo por la pista de Wamba. Un comienzo muy suave para ir calentando motores.


Disfrutamos de una pequeña huella de raquetas, este itinerario es uno de los más transitados por la zona por su sencillez y las excepcionales vista de todo el sector de San Isidro, el Pico Torres, Valmartín, Cascayón... y ya divisamos la cumbre de la Peña del Viento.


Poco a poco cogemos altura por la sencilla pala que nos lleva al collau que divide nuestro objetivo y La Rapaina. Mirando al Valmartin vemos excelentes itinerarios para esquiar.

El último tramos se pone un poco más pindio pero na nieve está perfecta no es necesario ni utilizar las cuchillas, alguna que otra "Z" y ya casi estamos arriba.Dejamos los esquís justo debajo de la cumbre y caminamos los últimos metros por la arista hasta la cumbre:































Y ahora a disfrutar, el primer tubo estaba un poco pindio pero con la nieve polvo acumulada de dejo bajar muy bien:











Una vez en el collau el resto es pan comido solo disfrutar giro tras giro:




Viendo que la amenazante nube no acaba de de sobrepasar la línea de cumbres decidimos tentar a la suerte y ponemos rumbo a la Rapaina. Desde el collau habíamos visto que el viento había dejado visibles gran cantidad de planchas de hielo que nos obligarían a subir con crampones o como mínimo con cuchillas asi que ascendemos rodeando la ladera en busca de una orientación más faborable.

Pero la naturaleza rara vez de deja retar y a tan solo 100 metros de la cumbre una desagradable ventisca nos envuelve acompañada de niebla así que decidimos dejar la cumbre de la Rapaina para otro día y descender. Los primeros metros del descenso tenemos que hacerlos con mucho cuidado ya no distinguimos apenas el relive y la nieve está muy cambiante con planchucas de hielo y montoneras de polvo acumulado, pero a mitad de descenso las condiciones mejoran y nos permiten disfrutar del resto de la bajada.


Así quedó el itinerario del día, no estubo nada mal teniendo en cuenta la mala pinta que presentaba por la mañana, ademas en puertu nos esperaba Dani Carrio, que había estado esquiando en Fuentes de Invierno, para tomar en Felechosa una agradable cervezota....

23 de enero de 2010

ESQUI EN PEÑA CASTIL DESDE LAS VEGAS DE SOTRES

En busca de una imagen:
Un día de estos que sales por inercia, ya has quedado pero no confías en absoluto en la méteo y bueno... por lo menos compro el pan calentito por la mañana y ya lo desayunaré de vuelta en casa pero según vas subiendo metros cada vez ves más cerca el premio en mi caso no es el alcanzar una cumbre sino el disfrutar de imagenes como esta...


Sabíamos que la cota de nieve con continuidad para esquiar estaba muy alta pero siempre piensas que vah! malo será no coger algo bien sin tener que portear. La idea era subir las Moñetas pero al enfocar el valle del Duje la visión fue más que desalentadora pero ya puestos y viendo que el día respetaba dejamos en coche en Fresnidiello y pusimos la casa a cuestas. En seguida nos dimos cuenta que subir dirección a las Moñetas era buena idea y reorientamos la marcha rumbo a la Majada del Fresnedal con el objetivo con coger uno de los canalillos que bajaban de la horcada Camburero. Este cambio de recorrido fue la clave para disfrutar de un inmejorable día de monte.
Las condiciones de la nieve eran fantásticas, Valentin puso los crampones y continuó con los esquis en la mochila hasta arriba ya que no tenía cuchillas y yo a trabajar duramente el canteo y las cuchillas pero con una fina capa de nieve polvo que prometía un buen desdenso.

En Camburero las vistas son expléndias una gratificante recompensa al esfuerzo hasta ahora realizado.

















De aquí para arriba ya se me hace muy dura la subida pero la proximidad de la panorámica de Urrielllu es motivación suficiente para continuar foqueando por un terreno ahora un poco más helado que me hace pensar en la bajada. Por fin llegamos a la altura del Picu, tenemos la Norte frente a frente mereció la pena sufrir este último tramo.

Los últimos 100 metros de desnivel nos vemos obligados a realizarnos con crampones, ya no hay nieve suficiente para continuar con eskis. Hay que decir que este último tramo lo realizo gracias a Valentin que insistió un poco, por mi ya hubiese dado el día por bueno al quitar los esquis, menos mal que le hice caso.




A partir de aquí el cielo, como si lo hubieramos encargado, comenzo a abrir y a brillar el sol, en la cumbre todo era perfecto, ni una pequeña racha de viento nos impidió disfrutar con calma de las vistas de la cumbre.









El descenso fue de lo más gratificante la nieve estaba en muy buenas condiciones aunque físicamente muy exigente, ya que obligaba a ir trabajando continuamente los cantos para enganchar en la nieve helada y a la vez se combinaba con zonas con polvo acumulado. Aunque, al final, los cuádriceps estaban para el arrastre la esquiada fue de las que hacen afición.
Ahora solo esperar que nieve otra vez porque la cosa se está poniendo muy muy escasa y esto de portear los eskis como que no me acaba de atraer a mi mucho je je.

17 de enero de 2010

AL JARIO DESDE SOTO DE SAJAMBRE.

Al igual que Les Bedules, Vegabaño es una de las visitas obligadas en la temporada invernal. La magia de las hayas cargadas de nieve, sus ramas dobladas formando un interminable túnel blanco hacen de un paseo buscando entre los claros del bosque la Sur de Peña Santa sea suficiente motivo para volver una y otra vez a este paraje.

Comenzamos en Soto Sajambre a poco más de 900 metros. Comenzamos con los esquis puestos desde el mismo pueblo, la temperatura no era en absoluto fría por lo que dudábamos del estado de la nieve. De todos modos en cuanto cogemos un poco de altura vemos como las hayas conservan una considerable carga de nieve caída esas misma noche.

Desde el portillero que limita el acceso a los vehículos a apenas 500m de Vegabaño disfrutamos de una capa de nieve polvo recién caída que prometía un día de imágenes y esquí excepcional.

El macizo occidental se mostraba así de espectacular.
El Torco y la Sur de la Peña Santa eran las cumbres que más destacaban por la fina capa de nieve que se mantenía adherida a sus verticales paredes.

El apabullante bombardeo de imágenes, a cual más llamativa, nos tentó a permanecer en la vega jugando entre las hayas y descubriendo nuevas perspectivas y sorpresas... pero la idea de la pala del Jario con esa capa de nieve polvo nos empujó a continuar camino bosque arriba.
Continuamos ganando altura hasta rebasar la cota máxima del hayedo
La vista de la Peña Santa ya no nos abandonaría hasta la cumbre.

En el último tramo de ascensión nos acompañaron las cumbres de la cordillera a las que se les adivinaba perfectamente la cota de aprox. 1200m. a partir de la que había nevado esa noche. Ten y Pileñes inconfundibles destacando entre el resto:


Por fin la cumbre:

Ahora solo queda disfrutar del descenso: