10 de mayo de 2015

BARRANCO Y CUEVA DEL TINGANÓN (09-05-2015)

    No hay mejor cosa que retomar una actividad para que sea activen antiguos proyectos y afloren nuevas ideas. Así que después de una improvisada entrada a la cueva de Alda en Ortiguero unos días y ya estamos camino de otra cueva. Vamos a la cueva del Tinganón en Llovio. 
 
   Es una cueva que algunos ya hemos recorrido hace años pero siempre en época estival. en la cual el curso de agua activo que recorre la cavidad apenas tiene caudal y con pequeñas filigranas de trepa se puede salvar sin mojarse. En esta ocasión esperamos encontrar un poco más de caudal ya que vamos a realizar la entrada por la boca superior en las proximidades de la  aldea abandona de Peme desde donde se forma un pequeño barranco equipado por Pablo Solares y Jorge Nuñez.

    Tras consultar la detallada reseña que aparece en la guía publicada por Pablo Solares, 40 Barrancos de Asturias, esperamos que aunque sin grandes pretensiones este pequeño barranco complete la visita a la cueva del Tinganón ya de por si suficientemente interesante.  La actividad requiere un poco de infraestructura ya de dejamos un coche en LLovio, justo debajo del puente de la autovía y en otro nos desplazamos a la cercana población de Santianes donde amenazaremos el ascenso por una pista que en algo menos de una hora nos conduce a Peme.
   Al llegar al primer collado desde el que se divisan las construcciones de Peme nos desviamos a la izquierda buscando una senda que nos acerca directamente a la riega. Pese a las lluvias de los últimos días vemos que es caudal es muy escaso, no obstante nos enfundamos los trajes de neopreno con alguna que otra dificultad y penuria ji ji ji.

Nos ponemos en camino río abajo con la esperanza de encontrar algo más de caudal y los rápeles.



Son un total de 6 rápeles, todos ellos muy cortos pero con algo más de agua, dado lo estrecho del cauce se debe poner bastante más guapo.


   Como siempre el planteamiento es completamente lúdico, se trata de disfrutar de la actividad, el entorno y la compañía. Incluso nos da tiempo a fijarnos en ésta planta carnívora, la Pinguicula Grandiflora típica en suelos húmedos y con bastante inclinación.


Conforme nos acercamos a la boca de la cueva el cañón se hace un poco más estrecho, es la zona más bonita.


 Una pequeña salamandra intentaba reptar por las paredes del barranco de vuelta a las zonas más herbosas de las que seguramente se había caído así que la ayudamos en su ascenso ya que en el fondo del cauce consideramos que pocas posiblidades de supervivencia tendría.
 
 Hasta aquí el barranco, es poca cosa,  seguro que con bastante agua la cosa mejora, pero está muy bien para realizar una actividad un poco más larga y completa. Hacemos una pequeña parada para ajustar los frontales ajustar bien los frontales, comer y beber un poco y para adentro !!!
  La entrada llama la atención por las grandes dimensiones de la bóveda.
 

Al poco de entrar retomamos nuevamente el curso de agua que nos guía por la gran galería que recorre toda la cueva del Tinganón.

 

 El camino es muy sencillo,continuos destrepes y pozas hacen que el quilómetro escaso de recorrido de la cueva se nos pase en un abrir y cerrar de ojos.  

Jürgen encontrándose consigo mismo en las profundidades del Tinganón.








 En ésta cueva apenas encontramos formaciones, aunque alguna hay lo que realmente llama constantemente la atención es la altura de quizás 20-30 de la galería durante la mayoría del reocrrido.

 
 Continuamos jugando con las sombras
 Montamos el último rápel y ya casi estamos fuera de la cavidad.






 Salimos de la cueva y el cauce del río aún tiene un par de rápeles instalados pero son de muy poca entidad. El calor que sentimos hace que pongamos la directa para llegar rápido a los coches y quitar el neopreno, aun nos quedan unos 20 minutos de descenso.
    Ya casi de vuelta en los coches se ve perfectamente el collado tras el cual se encuentra el baranco y la zona boscosa en la que finaliza la cueva.  Las impresiones finales son bastante buenas, la cueva es realmente llamativa y entretenida, el barranco superior aunque muy sencillo y con poco caudal contribuyó a hacer la actividad un poco más larga y variada.


4 de mayo de 2015

CUEVA DE ALDA (02-05-2015)

   Hay que hacer un poco de todo y aunque ya se sabe que aprendiz de mucho maestro de nada también es verdad que en la variedad está el gusto.  El tema de las cuevas tampoco es que lo haya tocado mucho aunque hace unos años si que era más habitual que hiciese alguna que otra cueva. Así que después de una larga temporada sin entrar a cueva alguna ya me picaba el gunasillo. Por otra lado también tenía ganas de tocar algo lo de la fotografía en cuevas, vamos que otro matu grandiiiiisimo. Como la mateó para éstos días era un poco incierta logré engañar a un pequeño grupo de compañer@s para asegurar algo de actividad en previsión de que los malos augurios se materializasen. 

 
   La opción fue la más sencilla de todas, la Cueva de Alda. Próxima a casa sin practicamente aproximación y sin ninguna dificultad técnica ni de orientación en el interior de la cavidad. Tal es así que es una de las cuevas que trabajan las empresas de turismo activo de la zona con grupos de escolares. 
 

   Ello no quita interés a la actividad ya que vamos a encontrar cantidad de formaciones estalactitas, estalagmitas, columnas, banderas, coladas y una zona muy bonita de gours. 
   La cueva, inactiva, se compone de una inmensa galería principal que sorprende por sus dimensiones.

 

 La orientación en su interior es muy sencilla ya que en casi la totalidad de la cueva se percibe la luz de la boca de entrada. Para entrar debemos deslizarnos por un pequeño agujero y una rampa de unos dos o tres metros sin mayor dificultad. De todos modos existe un fenomenal puente de roca del que podemos fijar una cuerda para ayudarnos.
 
   La parte más bonita se encuentra casi al final. aunque podemos progresar un poco más por una estrecha galería que nos lleva a un pequeño pozo final.
   Una vez recorrida la cueva me pongo manos a la  obra fotográfica. Ello no hubiese sido posible sin la moderna iluminación de Dani. Me parece que tengo que poner un poco al día mi antiguo Peltz Duo, y lo de andar con carburo como que no....
 
También cuento con la infinita paciencia de mis compañer@s que no protestaron nada de nada. Bueno casi nada ji ji ji.
   Salimos con ganas de más, lo que es importante ya quiere decir que nos gustó y además seguro que las neuronas se ponen en funcionamiento para planear alguna otra salida espeleológica. Habrá que refrescar un poco la memoria y buscar un poco de ayuda para planificar algo más aunque en la cabeza parece que ya está tomando forma la próxima je je je, habrá que desempolvar el neopreno también.....

1 de mayo de 2015

VÍA FERRATA POZO DEL MILAR, LA HERMIDA. (30-04-2015)


   Desde que anunciaron la apretura de ésta nueva vía ferrata en el desfiladero de la Hermida llevaba con ganas de hacerla pero por una u otra razón no se había dado la oportunidad. Después de un largo invierno centrado especialmente en las actividades de nieve parece que con la llegada de la primavera afloran las ganas de contacto con la roca y de disfrutar de la naturaleza al calor del sol.
 
 La ferrata está en el mismo pueblo de la Hermida, en el margen derecho del río. En la parte inferior del pueblo, justo al lado del río hay un buen aparcamiento donde nos equipamos.
 La aproximación es muy corta no llegará a diez minutos. Cruzamos el Deva por una moderna pasarela  de diseño para poco después tomar una senda que discurre justo a la par del río.
 Casi sin tiempo a activar el esqueleto nos encontramos con la ferrata. Últimos preparativos, un poco de presión para el pesau del fotógrafo, que como siempre hay que esperar por él y marea a tou dios con ponte paquí, ponte pal otru lau, y al asuntu!!!
   La vía comienza con un pequeño puente de mono, apenas 4 metros que nos sitúan en la base de un diedro bastante vertical. Este primer muro llama más la atención que la dificultad que luego realmente tiene.
 Los peldaños son muy grandes y se asciende con facilidad.
 El diedro finaliza en un pequeño techo que flanquearemos por la izquierda  para continuar el ascenso por una gran travesía que será la parte más estética de la ferrata.
 Con el cambio de pared el sol nos da de lleno cosa que agradecemos notablemente.
 La travesía tampoco es que física o técnicamente sea especialmente difícil pero si que le da una vueltina más de tuerca. Algún tramo desploma un poco y te obliga a sacarte un poco de la pared para buscar el próximo agarre, no obstante estos son espicalmente buenos y sobre manera para los pies no han escatimado en hierro.  Los más guapo el ambiente aéreo sobre el río Deva.
 En la parte final de la travesía hay algun paso en el que se aprovechan los agarres naturales de la pared tanto para pies como para manos.
 José María, que debutaba en el mundo de las ferratas está disfrutando con la experiencia, además lleva las espaldas bien cubiertas por  Belén.
 Jürgen se desenvuelve con soltura en éste ambiente que para nada es nuevo para él.
   Finalizada la travesía hay un pequeño tramo vertical que asciende por una grieta y que nos dará la pequeña decepción del día.... la ferrata ya se ha terminado!!!
   Había leído la reseña oficial que habla de entre una y dos horas pero..... es que el tramo de ferrateo en apenas nos ha llevado 30 minutos y eso que con el cuento de las fotos y patatín y patatán se va algo más lento que si te pones a hacerla sin parar no la ves delante.
   Ahora solo nos queda descender por la parte posterior de la pared que hemos ascendido. Hay una senda que en cinco minutos nos deja al pie del río, para cruzarlo hay instalada una tirolina. No disponemos de polea para cable de acero, es posible alquilarlas en el mismo pueblo de la Hermida en la base de actividades de la empresa que gestiona las ferratas pero en ésta época solo abren los fines de semana.
   Solo nos quedan dos opciones, cruzar el río a pie o cruzar la tirolina a pulso. La opción de volver dando un rodeo por la ladera de la montaña no se tiene en cuenta y cruzar el río vemos que tampoco es una opción ya que lleva mucha agua y la corriente es bastante fuerte. Además José María aún conserva intacto el espíritu de Bajo Cero Aventura que años atrás nos lleva a hacer cada dos por tres una "Jaimitada" digna de mención.

 
   El cable no está muy tenso  y apenas tiene inclinación así que asegurados con la baga de anclaje vamos progresando poco a poco como se puede. Para evitar el roce excesivo del mosquetón en el cable intentamos liberar tensión traccionando lo más posible pero claro para eso hay que apretar je je asi que entre dencansín y descasín vamos avanzando.
   El último tramo es un poco más costoso ya que el cable al no estar muy tenso tiene algo de inclinación positiva y si los cabroncetes que te  acompañan tiran del cable hacia arriba todo lo que pueden aún se hace algo más duro.... la madre que los......

   En resumen una actividad muy corta, para ir a hacer solo ésta ferrata no se si compensa del todo pero como complemento de otra actividad que se pueda programar por el entorno ideal ya que es muy disfrutona y sobretodo  muy estética. Para un primer contacto con lo que son la ferratas puede ser ideal. Si vas con un equipo tan competente como el nuestro aseguras las risas y además si después te tomas unas cerves en la Hermida la tarde sale más redonda que un donuts.