1 de mayo de 2015

VÍA FERRATA POZO DEL MILAR, LA HERMIDA. (30-04-2015)


   Desde que anunciaron la apretura de ésta nueva vía ferrata en el desfiladero de la Hermida llevaba con ganas de hacerla pero por una u otra razón no se había dado la oportunidad. Después de un largo invierno centrado especialmente en las actividades de nieve parece que con la llegada de la primavera afloran las ganas de contacto con la roca y de disfrutar de la naturaleza al calor del sol.
 
 La ferrata está en el mismo pueblo de la Hermida, en el margen derecho del río. En la parte inferior del pueblo, justo al lado del río hay un buen aparcamiento donde nos equipamos.
 La aproximación es muy corta no llegará a diez minutos. Cruzamos el Deva por una moderna pasarela  de diseño para poco después tomar una senda que discurre justo a la par del río.
 Casi sin tiempo a activar el esqueleto nos encontramos con la ferrata. Últimos preparativos, un poco de presión para el pesau del fotógrafo, que como siempre hay que esperar por él y marea a tou dios con ponte paquí, ponte pal otru lau, y al asuntu!!!
   La vía comienza con un pequeño puente de mono, apenas 4 metros que nos sitúan en la base de un diedro bastante vertical. Este primer muro llama más la atención que la dificultad que luego realmente tiene.
 Los peldaños son muy grandes y se asciende con facilidad.
 El diedro finaliza en un pequeño techo que flanquearemos por la izquierda  para continuar el ascenso por una gran travesía que será la parte más estética de la ferrata.
 Con el cambio de pared el sol nos da de lleno cosa que agradecemos notablemente.
 La travesía tampoco es que física o técnicamente sea especialmente difícil pero si que le da una vueltina más de tuerca. Algún tramo desploma un poco y te obliga a sacarte un poco de la pared para buscar el próximo agarre, no obstante estos son espicalmente buenos y sobre manera para los pies no han escatimado en hierro.  Los más guapo el ambiente aéreo sobre el río Deva.
 En la parte final de la travesía hay algun paso en el que se aprovechan los agarres naturales de la pared tanto para pies como para manos.
 José María, que debutaba en el mundo de las ferratas está disfrutando con la experiencia, además lleva las espaldas bien cubiertas por  Belén.
 Jürgen se desenvuelve con soltura en éste ambiente que para nada es nuevo para él.
   Finalizada la travesía hay un pequeño tramo vertical que asciende por una grieta y que nos dará la pequeña decepción del día.... la ferrata ya se ha terminado!!!
   Había leído la reseña oficial que habla de entre una y dos horas pero..... es que el tramo de ferrateo en apenas nos ha llevado 30 minutos y eso que con el cuento de las fotos y patatín y patatán se va algo más lento que si te pones a hacerla sin parar no la ves delante.
   Ahora solo nos queda descender por la parte posterior de la pared que hemos ascendido. Hay una senda que en cinco minutos nos deja al pie del río, para cruzarlo hay instalada una tirolina. No disponemos de polea para cable de acero, es posible alquilarlas en el mismo pueblo de la Hermida en la base de actividades de la empresa que gestiona las ferratas pero en ésta época solo abren los fines de semana.
   Solo nos quedan dos opciones, cruzar el río a pie o cruzar la tirolina a pulso. La opción de volver dando un rodeo por la ladera de la montaña no se tiene en cuenta y cruzar el río vemos que tampoco es una opción ya que lleva mucha agua y la corriente es bastante fuerte. Además José María aún conserva intacto el espíritu de Bajo Cero Aventura que años atrás nos lleva a hacer cada dos por tres una "Jaimitada" digna de mención.

 
   El cable no está muy tenso  y apenas tiene inclinación así que asegurados con la baga de anclaje vamos progresando poco a poco como se puede. Para evitar el roce excesivo del mosquetón en el cable intentamos liberar tensión traccionando lo más posible pero claro para eso hay que apretar je je asi que entre dencansín y descasín vamos avanzando.
   El último tramo es un poco más costoso ya que el cable al no estar muy tenso tiene algo de inclinación positiva y si los cabroncetes que te  acompañan tiran del cable hacia arriba todo lo que pueden aún se hace algo más duro.... la madre que los......

   En resumen una actividad muy corta, para ir a hacer solo ésta ferrata no se si compensa del todo pero como complemento de otra actividad que se pueda programar por el entorno ideal ya que es muy disfrutona y sobretodo  muy estética. Para un primer contacto con lo que son la ferratas puede ser ideal. Si vas con un equipo tan competente como el nuestro aseguras las risas y además si después te tomas unas cerves en la Hermida la tarde sale más redonda que un donuts.

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