Son las ocho de la mañana, Javier pone en marcha el autocar que inicia perezosamente su trayecto camino de tierras teverganas. El autocar aún está frío, nos encogemos un poco en nuestros asientos mientras vemos como los cristales están salpicados por un sinfín de gotas de agua que conforme aumenta la velocidad se deslizan hacia el infinito. Nos dejamos llevar por la calidez de la conversación que, sin darnos cuenta, nos arropa y nos devuelve la calidez que habíamos perdido al salir de nuestras casas en un lluvioso día de Diciembre.
El autobús continua su marcha mientras va recogiendo a más compañer@s. De vez en cuando dejamos escapar una mirada al cristal por el que continúan deslizándose las gotas de agua pero ya no nos importa. No hace mucho tiempo que el grupo puso rumbo a Teverga con una climatología muy similar a la de hoy. Aquel día, que no parecía estar llamado a permanecer en nuestro recuerdo termino por ser uno de los días más especiales del año así que depositamos toda nuestra confianza en que hoy el destino nos sorprenda nuevamente.
Llegamos a nuestro destino pero antes de comenzar a caminar decidimos calentar nuestras esperanzas con unas humeantes tazas de café e infusiones. Además hoy tenemos dos compañeras que están de cumpleaños: Laura y Belén. Con más ilusión que tono cantamos a Laura el Feliz Cumpleaños y a Belén, que aunque hoy no nos puede acompañar a la ruta sabemos que nos tiene en su pensamiento...., le entonamos el Happy Birthday ( ye lo que tien ser un grupo plurinacional).
Las coloridas capas de agua, gores y paraguas contrastan con la apagada luz que nos brinda hoy el día.La ruta discurre en su primera parte paralela a un pequeño río cuyas aguas descienden enrabietadas por las lluvias del día anterior.
La temperatura es buena y conforme avanzamos la lluvia se queda en un fino orbayu cada vez más ocasional.
Descubrimos interesantes rincones y aunque hoy no es el mejor día para la fotografía no cejamos en el empeño de capturar instantaneas de un paisaje al que ya poco le queda de otoñal.
Foto Silvia Castro. |
Aunque los bosques siempre esconden pequeños detalles que atraen nuestra faceta artística.
Foto Silvia Castro. |
En las proximidades del pueblo de Banduxu nos acercamos a un pequeño molino que en su interior aún conserva parte de la maquinaria en buen estado.
En Banduxu, justo al pie de su torre medieval y de este hórreo que nos da cobijo hacemos una parada para recuperar fuerzas y charlar con la gene del lugar. Foto Silvia Castro. |
Foto Silvia Castro. |
La lluvia no nos abandona pero tampoco resulta especialmente molesta. El camino continua por senda empedrada que hace un poco tedioso el caminar con continuos resbalones y que nos obligan a extremar la atención. Cruzar el río se convierte en una pequeña aventura.
Foto Silvia Castro. |
Normalmente asociamos las salidas de montaña al paisaje, a la superación de retos como el logro de una cumbre pero la montaña es mucho más que eso y tan importante como la montaña en si misma son las personas con las que la compartes. En días como el de hoy en el que caminamos por un túnel de niebla el pulso de la de la actividad se concentra en la relación con los compañer@s.
La psique humana es algo curioso, en ocasiones debemos recorrer largos caminos para conocer el interior de las personas que nos acompañan. Pero si ese camino se recorre por sendas de montaña, labradas a base de esfuerzo, ilusiones, largos de cuerda y cielos estrellados, ese camino hacia el interior de las personas en ocasiones se acorta sustancialmente. Es posible que ese camino, por el azar de la vida, se bifurque tomando cada uno rumbos distintos pero te habrá dado tiempo a saber que esa persona con la que un día compartiste camino estará siempre caminando a tu lado sea cual sea el camino que tu hayas tomado. Un día de Diciembre caminando por un bosque entre niebla palabras y sentimientos como éstos se pueden dejar oir aunque, caprichos de la psique humana, rápidamente se confunden con el orbayu y nadie quiera reconocer de quien han salido...
Entretnidos en estas reflexiones llegamos al pueblo de Bustiellu donde nuevamente buscamos el techo de un hórreo para comer y hacer la foto de grupo.
Foto Gema Castaño. |
Estamos casi finalizando la ruta, y después de un trabajoso camino parece que empezamos a dejar atrás esa niebla que nos atenazaba, nos hemos dejado llevar, quizás, ayudados por el impulso y la ilusión que quien nos acompañaba en éste camino pero también por nuestra decisión. Vemos nuevamente el horizonte y un paraguas de color cautiva nuestra atención.
Foto Silvia Castro. |
Nuevamente Teverga nos ha regalado un día para el recuerdo....
Como ya es casi tradición ponemos la guinda final al día sentados entorno a una mesa en el Polesu, con un poco de sidra y satisfechos de haber disfrutado de una nueva jornada de monte en buena compañía. Además tenemos que celebrar dos cumpleaños. La imagen está un poco borrosa, no se sabe si está motivado por la ingesta de sidra o por la emoción que embargaba a Belén en ese momento celebrando su cumpleaños con l@s peñasanter@s ji ji ji
Foto Belen. |
Felicitaiones por este blog que celebra la belleza de un dia de monte lluvioso y la amistad a traves de una narrativa y una fotografia que captivan e inspiran.
ResponderEliminarMe encanta la foto que muestra las botas colgando del horreo, un reto pero los resultados son magnificos especialmente en la forma como has captado la luz en los pliegues de las polainas.
Gracias por tus comentario Luis....
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