Uno de los días del puente, creo que casi el único que pronosticaban buen tiempo, nos aventuramos hacia Sotres con la ilusión del primer día de esquí de la temporada y la cumbre de Peña Maín en la mente. Salimos de Cangas pensando en disfrutar de un gran paquetón de nieve pero al llegar a Ortigeru y ver la pelada ladera de la zona de Llerosos nos dimos cuenta que la cosa no sería para tanto. De todos modos calzamos los esquís en la misma curvona de Sotres.
Comenzamos a foquear sin prisa difrutando del hermoso día, de la compañía y del hermoso paisaje que nos rodeaba. La pista se transforma completamente con la nieve, nada que ver con lo atorrante que resulta en verano.
Pandébano en cambio mantiene su atractivo, da lo mismo con su manto verde de primavera que con una capa de nieve, está siempre espectacular:
Jugamos un poco al gato y al ratón entre las cabañas:
Ponemos los esquís a la espalda para comenzar la subida a Peña Maín, esperamos que sea el principio, muy rocoso, y después mejore.
Pero milagros a Lourdes está claro. Así que dimos la vuelta y continuamos ya un poco desilusionados el día camino de la canal de las Moñas. 
Aquí tampoco es que estuviese la cosa para tirar voladores pero gastamos un poco las energías para poder hacer un descenso con mucho cuidadín. Esquivar las piedras que se veían y sufrir con alguna que la jugaba escondida bajo una fina capa de nieve. De todos modos para ser la primera del año unos giros muy disfrutones, no vamos a ser cenizos.
Comenzamos a foquear sin prisa difrutando del hermoso día, de la compañía y del hermoso paisaje que nos rodeaba. La pista se transforma completamente con la nieve, nada que ver con lo atorrante que resulta en verano.
Pandébano en cambio mantiene su atractivo, da lo mismo con su manto verde de primavera que con una capa de nieve, está siempre espectacular:
Jugamos un poco al gato y al ratón entre las cabañas:
Ponemos los esquís a la espalda para comenzar la subida a Peña Maín, esperamos que sea el principio, muy rocoso, y después mejore.
Pero milagros a Lourdes está claro. Así que dimos la vuelta y continuamos ya un poco desilusionados el día camino de la canal de las Moñas. 
Aquí tampoco es que estuviese la cosa para tirar voladores pero gastamos un poco las energías para poder hacer un descenso con mucho cuidadín. Esquivar las piedras que se veían y sufrir con alguna que la jugaba escondida bajo una fina capa de nieve. De todos modos para ser la primera del año unos giros muy disfrutones, no vamos a ser cenizos.
Por ejemplo ahora mismo de lo que había en estas fotos yo creo que no queda ni pa hacer un muñecu juntado todo lo de la rodiada, y lo que es peor de momento me parece que no hay ningún nueve frente frío en camino, pero volverá, volverá...
Que razón tienes. Nos ha durado menos que un caramelo a un crio. y como bien dices, no se ven de momento nuevas nevadas en el horizonte. Vamos a pensar que esto ye solo el principio. De todos modos bien guapo que se veía todo, especialmente Pandébano.
ResponderEliminarUn saludo